lunes, 14 de octubre de 1996

JORGE BORN, GALIMBERTI Y EL SINDROME DE ESTOCOLMO??



http://www.elmundo.es/papel/hemeroteca/1996/10/14/mundo/172096.html


MUNDO



Reconciliación a la argentina
Un secuestrado y su secuestrador, socios millonarios 20 años después

JUAN IGNACIO IRIGARAY

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CORRESPONSAL

BUENOS AIRES.- Un poderoso empresario y su secuestrador se reencuentran 20 años después y terminan siendo colegas y socios en los negocios. Explicación: Argentina «is different».

El multimillonario se llama Jorge Born, tiene 62 años, y es uno de los dueños de la multinacional Bunge y Born, que factura 11.000 millones de dólares al año (casi billón y medio de pesetas) y colocó a su gerente como ministro de Economía de Argentina, en 1989.

Completa la singular pareja Rodolfo Galimberti, alias «El Tano» de 49 años. Fue el tercer jefe en importancia de Montoneros, grupo armado peronista (populista) de izquierdas de los años 70, que se convirtió en la guerrilla urbana más fuerte de Sudamérica.

Como los ricos de toda la vida, Born siempre guarda un discreto segundo plano. No le gusta figurar y protege su intimidad. En cambio, Galimberti quiere trepar y no disimula. Fanfarrón, hortera y de verbo fácil, se cree un elegido.

Ambos compartieron durante nueve meses una llamada «cárcel del pueblo», en la cual Montoneros tuvo cautivo al empresario. Allí quedaron preñados del «síndrome de Estocolmo», es decir el amor secuestrador-secuestrado o víctima-verdugo.

En 1974, un comando guerrillero raptó en Buenos Aires a los hermanos Juan y Jorge Born. En la acción fueron asesinados un gerente y un chófer del «holding». El par de hermanos terminó en el sótano de una casa «liberada» por la guerrilla.

Inmediatamente empezó a negociarse el rescate. Juan se enfermó y pronto fue liberado ante el riesgo de que muriera. El jefe de los guardias era Galimberti y siempre le advertía a Jorge: «Si usted no me obliga, no voy a tener necesidad de hacerlo», se refería, sutil, el hombre, a apretar o no el gatillo.

RESCATE.- El 20 de junio de 1975 el secuestrado volvió a su casa. Bunge y Born había pagado a los jefes montoneros un rescate de 60 millones de dólares (7.500 millones de pesetas) y 1,2 millones (125 millones de pesetas) más en alimentos repartidos por villas miseria (chabolas) de toda Argentina.

Montoneros, creada a instancias del tres veces presidente de Argentina, Juan Perón (1946-52, 1952-55 y 1974-75), invirtió entonces 5.600 millones de pesetas en Cuba, que prometió pagar intereses cada mes para solventar la lucha armada.

Pero las Fuerzas Armadas frustraron el sueño guerrillero de la revolución y el socialismo. En 1976 dieron un golpe militar y, terrorismo de Estado mediante, aniquilaron todo rastro de oposición política. Incluidos los 5.000 combatientes de Montoneros, que desaparecieron en el mar arrojados vivos desde aviones militares.

Convencido de que «soldado que huye sirve para otra guerra», Galimberti se había marchado antes a Francia con parte del dinero del secuestro, por supuesto. A Born tampoco le sentaban los aires marciales de los centuriones y optó por irse a Sao Paulo, la capital industrial de Brasil.

Pasaron los años y con el regreso del peronismo al poder, de la mano de Carlos Menem en 1989, Galimberti y Born volvieron a Buenos Aires. La común adhesión al menemismo neoliberal y neoconservador los sorprendió en la misma acera política.

Así pues, en un encuentro en el hotel Lancaster, del centro bonaerense, Galimberti manifestó arrepentimiento y pidió perdón. Born asintió sin dejar de sonreír. «Lo que obtuve de él -confesó luego el primero- fue una actitud generosa al concederme su perdón personal y cristiano».

Claro que, además de eso, Born también le concedió un trabajo. Al principio de asistente y hombre de relaciones públicas, para luego hacer algunos pinitos en temas de seguridad personal y como contacto con la Secretaría de Inteligencia del Estado (Side).

Hombre de negocios al fin, Born utilizó a Galimberti en una estrategia de recuperar una parte de aquel fabuloso rescate de 60 millones de dólares. Según varios medios periodísticos no le fue mal y últimamente ha recuperado la cuarta parte de aquel tesoro perdido.

Alguna secreta complicidad une ahora a estos dos hombres, en una madeja de intriga, pasión y dinero. Algunos piensan que urden planes políticos para el posmenemismo. Ellos no dicen ni sí, ni no. Born calla, Galimberti irrita.

«Hago y compro cosas que antes no podía hacer ni tener -vocifera-, pero yo preferiría ser más pobre y vivir en un país más rico. ¿O se piensan que a mí me gusta andar con el Porsche y ver a chicos que se mueren de hambre?».

Pies de foto

EL SECUESTRADO.- Jorge Born tiene 62 años y es el dueño de una multinacional Argentina. Multimillonario discreto, ha sabido utilizar las habilidades de Galimberti para recuperar parte del rescate que pagó a Montoneros por su libertad.

EL SECUESTRADOR.- Rodolfo Galimberti, alias «El Tano», tiene 49 años y fue el «número tres» de Montoneros. Fanfarrón y «trepa», huyó de Argentina tras el golpe de Estado de 1976. Regresó 13 años más tarde y pidió perdón al millonario.